Del duelo normal al duelo patológico: Identificación, síntomas y ayuda
Sentir pena, sensaciones de pérdida y dolor ante el fallecimiento de un ser querido es una reacción totalmente natural y que debe vivirse de forma pausada y completamente personal. Sin embargo, un duelo que comienza como una respuesta normal puede evolucionar hacia un duelo patológico.
Este tipo de duelo es preocupante porque puede afectar de forma negativa a la salud mental y física de quien lo sufre, impidiendo que la persona continúe con su vida de forma normal y lastrándola hasta límites insospechados, que pueden llegar incluso a costarle la vida. Por eso es imprescindible saber identificar los síntomas del duelo patológico y tener claro cómo buscar ayuda para seguir adelante.
Señales de alerta: ¿cuándo se convierte un duelo normal en un duelo patológico?
Después de la pérdida de un ser querido, es importante estar bien atentos a ciertas señales que puedan indicar que el duelo está tomando un rumbo patológico. Reconocerlas, tanto en uno mismo como en otros, puede ser imprescindible para intervenir a tiempo y evitar posibles complicaciones.
¿Qué es el duelo patológico?
El duelo complicado o patológico, también conocido trastorno de duelo prolongado, es una condición en la que la persona experimenta un dolor intenso y duradero que interfiere con el desarrollo de su vida diaria.
A diferencia del duelo normal, que tiende a hacerse más llevadero de forma gradual en el tiempo, el duelo patológico no solo persiste, sino que puede ir empeorando. Esto hace que las personas afectadas por los distintos tipos de duelo patológico que pueden identificarse a menudo se sientan incapaces de aceptar la realidad de la pérdida, lo que les impide adaptarse y continuar con sus vidas.
Entre los principales motivos que pueden contribuir al desarrollo de un duelo patológico están la incapacidad de superar una muerte inesperada o traumática, la existencia de relaciones complicadas con el fallecido o antecedentes de problemas de salud mental.
Además, la falta de apoyo social y el aislamiento pueden agravar la situación, haciendo aún más difícil el proceso de sanación.
Síntomas del duelo patológico que no se deben ignorar
Identificar los síntomas del duelo patológico es fundamental para poder buscar la ayuda psicológica más apropiada en cada caso.
-
La tristeza no solo no disminuye con el tiempo, sino que se mantiene de forma persistente y puede incluso ir agravándose con el tiempo.
-
Dificultad para aceptar la realidad de la pérdida, permaneciendo incrédulos ante el fallecimiento del ser querido.
-
Preocupación constante por la persona fallecida y recuerdos que pueden llegar a interferir con la vida diaria del afectado.
-
Sentir que no se hizo lo suficiente por la persona que ya no está.
-
Aislamiento social, llegando a evitar todo tipo de contacto con otras personas.
-
Cambios en los patrones de sueño y apetito, como la aparición de insomnio, sufrir de una somnolencia excesiva sin motivo aparente o experimentar grandes cambios en el peso corporal que no parecen tener explicación.
-
Sufrir de dolores de cabeza que persisten y se repiten de forma recurrente, de problemas digestivos u otros malestares físicos.
-
Tener pensamientos suicidas o de autolesión.
En muchos casos estos síntomas de duelo patológico no saltan a la vista. Además, aunque se conozcan, no es sencillo dar el paso de pedir ayuda cuando los sufre uno mismo, ¡por eso, ante cualquier tipo de sospecha, es importante extremar la vigilancia sobre quienes puedan estar padeciéndolos!
Duelo normal vs. duelo patológico: conoce las diferencias
Las diferencias entre duelo normal y patológico son claras sobre el papel, pero pueden ser muy sutiles en la vida real, por eso es importante conocerlas y tenerlas muy presentes.
-
El duelo normal disminuye pasado unas semanas o meses, mientras que el duelo patológico puede durar años sin mejora significativa y con una sensación constante de dolor.
-
La tristeza y el dolor del duelo normal pueden ser tratadas de forma relativamente sencilla por un especialista, pero en el patológico se requiere de una atención aún más personalizada y específica.
-
Durante el duelo normal, la persona puede convivir con su dolor y sus actividades cotidianas, mientras que el duelo patológico afecta de forma muy negativa a todos los niveles.
Sabiendo esto, será mucho más sencillo poder identificar cuándo el duelo es patológico.
Tratamientos efectivos para el duelo patológico
Es muy importante que las personas que lo sufren tengan acceso al mejor tratamiento para su duelo patológico ¡en función de sus necesidades.
-
Terapia psicológica, que puede ayudar a procesar emociones complejas y desarrollar estrategias con las que poder afrontarlas.
-
Terapia cognitivo-conductual (TCC), que ayuda a identificar y modificar pensamientos negativos.
-
Grupos de apoyo, que proporcionan un espacio en el que compartir experiencias y recibir apoyo de personas con vivencias similares.
-
Tratamientos médicos, a los que se puede recurrir siempre que un profesional lo considere oportuno y lo prescriba.
Cómo apoyar a alguien con duelo patológico: guía para familiares y amigos
El apoyo de familiares y amigos es esencial para una persona que sufre de duelo patológico, pero en muchas ocasiones las personas que deben prestarlo no tienen nada claro cómo hacerlo. Por eso vamos a darte algunos consejos que serán de utilidad si tienes que enfrentarte a este tipo de situación de duelo patológico.
-
Escuchar a la persona, dejando que exprese sus emociones sin juzgar y sin tratar de imponer tu criterio.
-
Reconocer y respetar el dolor que siente, dando importancia a sus necesidades y ofreciéndote para acompañarla a lo largo de todo el proceso.
-
Animar a la persona a acudir a un psicólogo o terapeuta, sin imponerlo.
-
Acompañar a la persona en sus actividades diarias, sin obligarla a hacer nada que no quiera y fomentando el hecho de dar pasos adelante en su recuperación.
-
No intentar minimizar su dolor con frases hechas ni dar consejos que no se hayan solicitado.
Y si la persona con duelo patológico es un menor de edad, quizás quieras consultar nuestro post sobre el duelo infantil y cómo abordarlo