Diferencia entre inhumación e incineración: explora la mejor opción
Conoce con Roques Blanques la diferencia entre inhumación e incineración para elegir la mejor opción, ya sea para una planificación previa o para tomar una decisión respecto a tu ser querido.
¿Qué es y en qué consiste el proceso de inhumación?
La inhumación es la acción de enterrar a una persona fallecida, ya sea su cadáver o sus cenizas, en un lugar habilitado para tal fin, que es un cementerio.
El proceso de inhumación de cenizas debe hacerse con un ataúd o una urna y puede hacerse tanto en una tumba como en un nicho, panteón o similar.
La clave de este concepto está en el acto de sepultar bajo tierra a una persona fallecida y, aunque en un principio nos solemos referir con este concepto a las inhumaciones con ataúd, también se aplica a las inhumaciones de cenizas.
¿Qué es y en qué consiste el proceso de incineración?
La incineración es un proceso que utiliza calor muy intenso para convertir en cenizas los restos de una persona fallecida. Aunque se suelen utilizar ambos conceptos de forma indistinta, es más correcto emplear la palabra cremación, ya que la incineración es un concepto más amplio que puede incluir la quema de residuos orgánicos, como se hace en las industrias, por ejemplo.
No obstante, si hablamos en el contexto funerario, la incineración es el proceso por el que se reduce a cenizas el cuerpo de una persona que ha fallecido.
Una vez que la familia recibe esas cenizas, puede elegir el destino de su ser querido. Hay opciones como guardar en casa esas cenizas, esparcirlas en un lugar significativo (bajo autorización previa) o inhumar la urna con las cenizas en un cementerio, generalmente en un columbario, pero también es posible en nichos, tumbas u otras opciones más innovadoras, como pueden ser las posibilidades sostenibles de inhumación de cenizas que ofrecemos en el cementerio de Roques Blanques.
¿Cuáles son las diferencias entre inhumación e incineración?
Aunque, como hemos visto, una opción no tiene por qué excluir a la otra, es necesario observar las características propias de cada concepto para comprender la diferencia entre inhumación e incineración.
Aspectos económicos y costes a largo plazo
Desde el punto de vista económico, la incineración suele ser más barata que la inhumación, aunque en ambos casos el precio está condicionado por una gran variedad de factores.
En la inhumación es obligatorio elegir una unidad de enterramiento en un cementerio que supone un coste por la cesión de derechos de uso, el mantenimiento, las tasas y permisos, etc.
En cambio, no siempre cuando se opta por la incineración hay que pagar todos esos servicios, pues las familias pueden esparcir las cenizas de sus seres queridos o, simplemente, conservarlas en casa o en un lugar privado.
Ceremonias y rituales asociados a cada proceso
Aunque existen ceremonias religiosas y laicas a la hora de despedir a un ser querido, la inhumación suele ir asociada a opciones de sepultura más tradicionales, generalmente vinculadas a una determinada doctrina religiosa, como pueden ser la católica, la musulmana o la judía.
Esto implica la celebración de ceremonias y ritos más estandarizados, mientras que, cuando se opta por la incineración, es más frecuente que exista flexibilidad en cuanto a las ceremonias y rituales asociados.
En la religión católica, por ejemplo, está admitida la cremación, pero se recomienda que las cenizas se depositen en un cementerio u otro lugar sagrado, mientras que la religión musulmana o el judaísmo ortodoxo rechazan la cremación.
Consideraciones medioambientales y espacio necesario
Se dice que la cremación es un proceso más respetuoso con el medioambiente que la inhumación, ya que esta última no solo implica el enterramiento de la persona fallecida sino también del féretro, que cuenta con ciertos ornamentos, por lo que el proceso de descomposición es más prolongado en el tiempo.
Además, en la inhumación, cuando se trata de tumbas u otras unidades de enterramiento de mayor tamaño, se requiere de un amplio espacio en los cementerios.
La cremación, sin embargo, se considera un proceso más respetuoso con el medioambiente y que requiere de menor espacio en la naturaleza, incluso si se opta por la inhumación de cenizas, ya que puede hacerse con urna biodegradable.
¿Qué documentación se requiere para cada proceso?
Cuando fallece un ser querido, es necesario obtener una serie de certificados y autorizaciones que son indispensables para dar sepultura o llevar a cabo determinados procesos funerarios.
Obtener el certificado de defunción o inscribir el fallecimiento en el Registro Civil son trámites comunes tanto si se elige la incineración como si se opta por la inhumación.
Los traslados al cementerio o al crematorio debe hacerlos también una compañía funeraria autorizada y, dependiendo de cada caso, se necesitarán licencias para el entierro en el cementerio o para llevar a cabo la cremación.
Esa es, básicamente, la principal diferencia entre inhumación e incineración en cuanto a gestiones, aunque ya hemos visto que, si se opta por la inhumación de cenizas, será necesario solicitar todos los permisos que hemos señalado, tanto los asociados a la cremación como los que tienen que ver con la inhumación.
¿Cómo elegir entre inhumación e incineración?
A la hora de elegir entre inhumación e incineración es necesario tener en cuenta diferentes factores. Por un lado, están las creencias religiosas, las costumbres y las tradiciones culturales de la familia y de la propia persona fallecida.
Por otra parte, tenemos que considerar el aspecto económico, ya que una inhumación implica costes más elevados que una incineración.
Pero también hay que valorar las circunstancias de cada familia, como la posibilidad de visitar un espacio en el cementerio, que permite recordar a nuestros seres queridos en un lugar concreto siempre que lo deseemos.