Qué es la tanatofobia: desde síntomas hasta soluciones
A pesar de que la muerte es algo intrínseco a la vida, es normal sentir incertidumbre. Sin embargo, ese temor puede ser un problema para muchas personas. ¿Qué es la tanatofobia? En Roques Blanques tratamos de explicar en qué consiste y cómo abordarlo para que no afecte a nuestro día a día.
¿Qué es la tanatofobia? Comprendiendo el miedo a la muerte
La palabra tanatofobia procede del griego: thánatos significa muerte y phóbos significa miedo. Por tanto, ¿qué es la tanatofobia? Efectivamente, es el miedo a la muerte, pero no de la manera habitual que puede tener cualquier persona, sino de una forma persistente, anormal e injustificada.
Se trata de un miedo irracional a morir y se puede extender a aspectos relacionados con la muerte, como pueden ser un ataúd, un cementerio o incluso un hospital.
El miedo a la muerte es inevitable, pero, si se convierte en irracional, puede llegar a alterar la vida cotidiana. Por eso, es necesario aprender a identificar sus síntomas para aplicar un tratamiento para la tanatofobia adecuado.
Síntomas de la tanatofobia: ¿cómo reconocerlos?
A la tanatofobia se le conoce como la ansiedad por la muerte porque en la tanatofobia los síntomas son considerados una forma de ansiedad.
¿Quién teme a la muerte de una manera irracional? En la tanatofobia las causas pueden estar relacionadas con otros trastornos de ansiedad o depresión, como el estrés postraumático, los ataques de pánico o la ansiedad por enfermedad. Por lo general, este miedo se desencadena a raíz de una experiencia traumática, como pueden ser la pérdida de un ser querido, un duelo no resuelto o haber vivido una experiencia muy cercana a la muerte, así como la enfermedad o hipocondría o los miedos aprendidos.
Esta situación se da cuando la persona piensa en su propio fallecimiento o en el proceso de morir, experimentando ansiedad o un miedo intenso.
Ese temor se manifiesta con síntomas similares a otras fobias, como pueden ser:
- Sudoración
- Palpitaciones
- Sensación de opresión en el pecho
- Dificultad para respirar
- Mareos
- Náuseas
Las personas que padecen tanatofobia no pueden controlar esas reacciones y sienten impotencia por ello, por lo que evitan a toda costa pensar en la muerte.
No obstante, es habitual que tengan pensamientos obsesivos sobre la muerte, presenten síntomas de ansiedad, sufran ataques de pánico y tengan problemas para dormir. Pero también evitan cualquier estímulo o lugar relacionado con la muerte para no pensar en ello y pueden incluso mostrar un estado de ánimo depresivo o experimentar cambios en su estado de ánimo habitual.
También es posible que experimenten miedo a la separación, a afrontar una pérdida o a dejar a los seres queridos.
Por tanto, la tanatofobia puede afectar al día a día de las personas e interferir en sus actividades diarias.
¿Cuándo podemos decir que sufrimos tanatofobia? Cuando estos síntomas se prolongan durante al menos seis meses.
Estrategias y terapias efectivas para manejar la tanatofobia
¿Cómo superar la tanatofobia? Existen estrategias y terapias efectivas para manejar el miedo a la muerte. Eso sí, es importante señalar que el objetivo es reducir los síntomas, pero no eliminarlos por completo, puesto que, como ya hemos dicho, el miedo a la muerte es algo propio del ser humano.
Lo que se pretende es que esos síntomas no perjudiquen a nuestra calidad de vida y, por tanto, los psicólogos tratan de enseñar a los pacientes a reenfocar sus miedos y trabajar en ellos. En esto, como podemos imaginar, es fundamental detectar las causas que provocan esta fobia.
Inseguridades, baja autoestima, afán de perfeccionismo o necesidad de control son algunos aspectos de la personalidad e inquietudes que suelen estar detrás de la tanatofobia. ¿Por qué? Porque la muerte es algo que escapa de nuestro control.
En terapia, para trabajar este miedo se expone al paciente a esos pensamientos con el fin de afrontar el miedo a la muerte. Es un error, según los expertos, evitar los pensamientos porque lo que se busca es que, cuando estos aparezcan inevitablemente, nuestra reacción sea de aceptación y no de malestar o sufrimiento. Es decir, el objetivo es permitirnos pensar en la muerte sin que ello nos afecte o controle nuestra vida.
También se expone al paciente a esos estímulos o lugares que le llevan a pensar en la muerte. Así, con el tiempo, podrá enfrentarse a ellos sin miedo ni ansiedad.
Y es muy importante que la persona que sufre tanatofobia y se pone en manos de un especialista para trabajar este miedo siga con su vida normal: ámbito laboral, relaciones sociales, aficiones, pareja, ámbito académico, etc. Eso permite llevar un control sobre la vida presente sin temer al futuro.
Cómo vivir con tanatofobia: consejos para el día a día
Cuando tratamos la tanatofobia, el significado de buscar soluciones es poder convivir con nuestros pensamientos sin que afecten a nuestro día a día. Por eso, además de acudir a profesionales, también podemos seguir consejos como:
- Hablar con naturalidad sobre la muerte, ya que eso ayuda a reducir los temores.
- Enfocarse en el presente y no plantearse hipótesis sobre el futuro.
- Aceptar la incertidumbre sobre la muerte porque esta es inevitable y nadie sabe cómo será.
- Pensar en la muerte como parte de la vida, sin negarla.
De nada sirve adelantarse a los acontecimientos ni dejar que nuestros pensamientos sobre lo que puede pasar paralicen nuestra vida. Centrarnos en lo importante y esencial en el momento presente reduce el sufrimiento. Tenemos que aprender a vivir con la incertidumbre y no anticiparnos a escenarios negativos que escapan de nuestro control. Pensar mucho en la muerte nos impide aprovechar las oportunidades que nos ofrece la vida. No es malo pensar o incluso tener miedo a la muerte, pero sí convertirlo en algo irracional que no nos permite vivir.