Roques Blanques es el primer cementerio de importancia, por superficie y por capacidad, que tiene titularidad pública y que ha concedido la gestión a una empresa privada, NOMBER, especializada en el sector funerario. Este sistema mixto de explotación tiene la doble ventaja de la seguridad que proporciona el apoyo de una institución pública, por un lado, y de la agilidad y eficacia que significa una gestión privada, por el otro.
La superficie de la finca Can Tintorer, donde está el cementerio, es de 50 hectáreas, de las cuales ha sido ocupado aproximadamente el 30%. Se han construido 6.130 nichos, 3.011 tumbas, 163 panteones, unos 7.424 osarios y columbarios cinerarios, 969 Bosque de la Calma, 344 Árboles Familiares, Jardín y Fuente del Reposo. Además, acoge el edificio de oficinas (datos correspondientes al 31 de diciembre de 2016).
El número de servicios que se efectúan anualmente es de unos 3.979.
El proyecto inicial de Roques Blanques, a cargo de los arquitectos Batlle i Roig, es modélico con respecto a la concepción y ha recibido varios premios a su calidad.